Vandalos nace como un grupo de amigos amantes de las dos ruedas y todo lo relacionado con el mundo "custom", que pretenden no solo conservar y afianzar sus lazos, sino hacer que perduren en el tiempo entre acero cromado y golpes de piston.
Tras mucho trabajo y dedicacion hemos conseguido que uno de los nombres ya clasicos en el mundillo biker vuelva a ver la luz, esta vez como Vandalos Custom Club.

Nada mas que saludar a todos aquellos que viven y respetan las costumbres de esta forma de vida, invitandoles a que pasen por nuestro foro o simplemente que disfruten de los articulos e informaciones que iremos publicando periodicamente.

Un saludo.
Administracion Vandalos.

domingo, 16 de diciembre de 2007

Easy Rider. ¿Icono biker? No, icono libertario.

El nombre Easy Rider está ya totalmente asociado al mundo motero y en concreto al mundo biker (Custom). Hay una revista de difusión mundial, foros, grupos, bares, discos que emplean ese nominativo pero, de entre todas las cosas y manifestaciones culturales, sin lugar a dudas la película que le dio difusión mundial es la responsable de que el termino haya tomado tal nivel de difusión.
Estoy seguro que muchos de los aficionados a la moto la habréis visto, a muchos os habrá gustado, a otros os habrá dejado indiferentes y a muchos otros os haya parecido una película de los más “freacky” y muy poco recomendable. La verdad es que sobre gustos no hay nada escrito y como muchas de las cosas en esta vida habrá que probarlas primero y luego decidir. Y si uno tiene un prospecto previo o puede seguir una serie de claves argumentales o de realización, comprender la obra seguramente le será más sencillo. Vamos a analizarla un poco más en detalle.
Antes que nada lo importante es saber que “Easy Rider” como tal, no es una película de moteros como pueden ser “Salvaje”, “The Glory Stromppers” o muchas otras de este género del cine americano, realizado generalmente en producciones de serie-B de bajo coste. De definirla de algún modo podríamos decir que fue y es a su modo, cine americano alternativo. Alternativo y anterior al festival de Sundance, una obra artesana, una película de la cultura flower-power de los años 60’s que curiosamente ha sabido envejecer aceptablemente. Digamos que es una película “road-movie” o quizás “buddie-movie”, que es una película rara, original, excéntrica o innovadora cinematográficamente (lo fue en su día desde luego) pero lo que no es, es una película de moteros. Qué curioso.
Aunque la película nos parezca muy original, que desde luego lo fue, primera nota discordante: No fue una idea original. Dennis Hopper y Peter Fonda se inspiraron libremente en una película italiana de 1962 “Il Sorpasso” que versaba sobre dos amigos que viajaban por Italia en un descapotable.
Dennis Hopper era el “Infant terrible” del cine americano y de algún modo aun lo sigue siendo ya convertido un sesentón. Inició su carrera en los años 50’s y muchos le recordaremos en su papel de hijo contestario de Rod Hudson en el film “Gigante” con James Dean y Elisabeth Taylor. En este filme el decidía no seguir con la tradición ganadera de la familia Benedick y casarse para escándalo de la racista sociedad Tejana con una hispana. Otros films destacados de su carrera han sido Speed, Waterworld, Rumble Fish, Apocalypses Now etc... toda una prolífica carrera como actor y director.
Durante 1969 Dennis Hopper pasaba por una fase crítica en su vida personal y profesional y estaba planteándose abandonar su carrera en el cine para dedicarse a la enseñanza. Su amigo Peter Fonda (Hijo de la estrella Henry Fonda) tras ver una foto suya de su amigo y también actor Bruce Dern (ambos eran moteros empedernidos) decidió realizar la película y para conseguir involucrar a Dennis Hopper le prometió que le dejaría dirigirla.
El estado del desequilibrado Denis era tal debido a su adicción a las drogas que se pasó toda la película paranoico perdido gritándole a todo el mundo. Desde luego a su papel de flipao le quedaba de perlas... pero a sus compañeros no les gustaba tanto. Algunos miembros del equipo abandonaron el proyecto y otros secretamente realizaron filmaciones de sus locuras para enviárselas a los estudios en California para justificar sus abandonos.
Hopper y Fonda no tenían un guión completo cuando iniciaron el rodaje y lo fueron hilvanado sobre la marcha. La verdad vistos los resultados finales hay que reconocer que el resultado fue un ejercicio de improvisación magistral. Ahora claro hay que reconocer que la película y la trama es “curiosa” cuando menos.
Dos busca vidas se bajan a Méjico a por farlopa “Pura Vida hermanoooo”, seguro que alguno habéis visto algún parche así sobre la chupa de algún motero. Revenden en Los Ángeles y con el dinero se pillan sus pedazo de choppers y se van a recorrer la América profunda sin nada mejor que hacer que montar en moto y vivir la vida. El destino el Carnaval de Nueva Orleáns y una nueva vida en la soleada Florida: el nuevo paraíso de la cultura biker y post-flower power que surgiría ya en la América de los años 70’s. Unos años más tarde el Dibujante, icono de la cultura biker y colaborador de la revista Easy Rider David Mann haría el mismo viaje y se afincaría definitivamente en las soleadas y moteras tierras cercanas a Daytona. Otro enclave fundamental de la cultura biker americana.
El metraje original de la película era de más de 3 horas pero tras la intervención de los estudios y para cabreo de Hopper se redujo a su metraje actual, unos 94 minutos. Su titulo original iba a ser “ The Loners ” pero luego se cambio por el que ha pasado a la historia. Si uno traduce “Easy Rider” literalmente podría creerse que su significado sería algo así como el que “monta tranquila o sencillamente” algo apropiado para el propietario de una moto “chopper” y con lo que muchos nos sentimos identificados... pero no es así.
“Easy Rider” es un término que se emplea en el sur de california para definir a aquel vividor que se beneficia a una prostituta. No es un cliente ya que no paga ni tampoco su chulo o proxeneta. Es el que se lo hace de “gratis”. En el film las Harleys que montan los protagonistas serían las “damas de alegre vida” que proporcionarían el “placer gratuito de montarlas” y la verdad es que si lo pensamos ¿No son nuestros hierros esas proporcionadoras de placer, pasión y relax cuando nos las “calzamos”? Sí desde luego. Yo una vez tuve un amigo de Reus que no montaba en moto aunque le encantaban las Harleys y todo lo relacionado con el mundo biker. Esa contracultura tan apasionante. Yo acabé montando motos custom y él montándoselo por la cara con una belleza rusa afincada en España y que se “trabajaba la noche” poniendo copas y amor que nunca quise preguntarle donde conoció. Menuda pareja de compadres a lo Easy Rider hacíamos, esas locuras que solo se hacen a los veintitantos... Un saludo para él si me lee, le echo de menos como es de ley para aquellos hermanos con los que un día se vivió el lado “más salvaje de la vida” como cantaba Lou Reed .
Lo impactante de esta atípica producción no era solamente la falta de un guión previo, sino que ni siquiera tenían contratado un casting completo de actores. En su lugar fueron incluyendo en el reparto de actores secundarios hippies de las comunas que iban recorriendo durante el viaje, coleguillas, amiguetes y hasta los propios residentes de las poblaciones en las que paraban a rodar alguna escena. Quién mejor para interpretar a un personaje de la America profunda que un paleto americano ¿No? Fácil. El caso es que estos actores improvisados son los más creíbles a mi juicio, mientras que los protagonistas principales salvo el magistral Jack Nicolson están un poco sobre actuados. Quizás fue que estaban totalmente colocados. Seguramente las dos cosas.
Las motos para rodar la peli. Ay amigos llegamos al meollo de la cuestión y del porque una peli que no versa sobre motos o moteros en sí... se ha convertido para muchos aficionados del motociclismo en una obra de culto. Peter Fonda que era un motero apasionado empleó para el rodaje 4 Harley Davidson de la Policía de Los Angeles que tras ser sacadas a subastas adquirió muy económicas. Los departamentos de policía americana siguen haciendo esta práctica al llegar las motos a los 30.000kms según ellos para evitar la fatiga del material, aunque ya todos sabemos que una Harley de esta tipología bien mantenida es casi indestructible.
Yo siempre he pensado que en el fondo es y sigue siendo una política autoproteccionista de los americanos para seguir manteniendo a la Harley-Davidson, toda una institución en América con altas demandas de producción, cuando la demanda del mercado no llega a más. Oye, la verdad... hacen muy bien. Hay que cuidar el patrimonio de uno.
Las 4 motos empleadas en el film son HD Hydraglides del año 49, 50 y 52 compradas en subasta por 500 dólares cada una, son motos son de chasis regido y motores Panhead. Fueron transformadas por los artistas afro americano de la transformación Cliff Vaughs y Ben Hardi, siguiendo las ideas propuestas por Fonda.
Las motos originales fueron total y radicalmente transformadas. Chopadas al máximo, re-pintadas artísticamente, avanzadas de tija, alzadas de manillar con torteas o cuelgamonos, asiento rebajados, con mandos avanzados... una maravilla vamos. Eso sí, si alguien piensa en poder ir a ver las originales... imposible. Fueron robadas aun antes de concluir el rodaje, razón por la que se rodó ese accidentado final. Se han hecho varias reproducciones de las originales, sobre todo del modelo más radical que conducía Peter Fonda. Algunas casi idénticas. El bueno de Peter muchos años después se subió a una reproducción casi clónica realizada por un reputado transformador americano en una exposición.
-. Jode macho, cuantos recuerdos me vienen a la cabeza.- Dicen que comentó.
Las motos originales nunca fueron recuperadas y la policía presumió que fueron desguazadas y vendidas por piezas. Fonda resignado afirmó años después que en el fondo le hacía ilusión que diversas piezas de las motos originales estuvieran repartidas por todos los Estados Unidos, formando parte de las motos de muchísimos aficionados a las choppers. Bueno la verdad que es una visión romántica del asunto, sobre todo si estás forrado de pasta al ser el hijo de la megaestrella de Hollywood Henry Fonda, pero yo de ser el dueño de las motos me habría dado un “siroco” . Entre el valor de la moto originales, las piezas de transformación y las horas empleadas para convertirlas en esas alucinantes choppers, seguramente estaríamos hablando de más de 40.000 euros por moto.
Peter Fonda era un experimentado motero. Ya había rodado a su vez una película en 1966 de rollo motero 100% a las órdenes de Roger Corman. Una producción ya con algo de presupuesto que resultó un taquillazo y que era coprotagonizada por Bruce Dern (que se pasaba media peli haciendo de cadáver sacado de copas en su funeral bongo-party) y por la hija de Frank Sinatra, Nancy, que también era una cantante de moda de la época. La peli se estrenó en España años después bajo el incorrecto y poco respetuoso título de “Los Ángeles del Infierno” en vez de los “Ángeles Salvajes”.
Esa peli contó con la colaboración de algunos miembros de HAMC que actuaron como secundarios aunque el resultado final encabronó bastante al club y con razón, ya que daba una visión un poco desvirtuada y muy poco respetuosa de su club. La sangre no llegó al río y el Club tomó nota. En 1967 y en 1969 rodaron otras dos pelis de éxito, ya bajo su supervisión y luciendo ya sus auténticos colores. La primera protagonizada por un joven y prometedor Jack Nicolson que cuadraba tan bien en el papel de hang-around el club que el propio Sonny Barger relata en su libro que algunos miembros que no eran miembros del capítulo de Oackland pensaron que era autentico en vez de un actor. En la segunda de 1969 el propio Sonny Barger tenía un papel importante acompañado de otros miembros del club como Magoo, Zorro, Terence de Tramp y la verdad es que lo hicieron francamente bien. A mi modo de ver la peli es bastante buena comparada con muchas otras del género.
Volviendo al tema, Fonda era un consumado motero pero aun así días antes del rodaje salió a probar su chopper para acostumbrase a la conducción por las calles de Los Ángeles. Con un cuelgamonos tan bestial la cosa no es tan sencilla de primeras. Hopper no era un motero tan experimentado y por eso su moto fue transformada con un dragbar recto elevado, pero desde luego mucho más sencillo de conducir.
Fonda también hizo las prácticas con la chupa de cuero “Capitan America” que llevaría en la peli. Una chupa recta de estilo late 60’s café racer con una enorme bandera americana a la espalda con el fin de darle un look más usado. Curiosamente el llevar la bandera american pintada en el depósito, casco y en la espalda hizo que la policía le parara varias veces. En una sociedad en la que el movimiento anti-guerra de Vietnam se dedicaba a quemarlas y demás vejaciones... que un motero la luciera a los sobrado... les debía de extrañar también. Desde luego esta visto que nunca se les da gusto. A mí me ha pasado que me han parado para empapelarme porque a un amigo un cabrón con un Mercedes casi lo mata por la carretera, hasta darnos las “ V’sss ” en plan saludo motero al cruzárnoslos por la carretera. No es coña. Como os lo cuento.
La idea de la bandera de le ocurrió a Fonda viendo una peli de 1942 protagonizada por John Wayne y titulada “Flying Tigres” sobre los pilotos voluntarios que combatían del lado de los Chinos (antes de ser comunistas) contra los Japonés, anteriormente al ataque a Pearl Harbour el 07-12-1941. Curiosamente un escuadrón de esos pilotos llevaba un nombre como el del MC de Sonny Barger y es que al fin y al cabo, dicho club fue fundado en los 40’s por pilotos americanos de Fontana y luego organizados como MC en San Bernardino. Pilotos y moteros siempre han ido muy de la mano. Esa chupa diseñada por Fonda y confeccionada por dos ancianitas modistas de Los Ángeles fue posteriormente donada y vendida en una subasta caritativa.
Yo creo que una de las maravillas que tiene la película a parte de las motos que salen es la banda sonora. Cojonuda para qué andarnos con lindeces. En este punto la producción también fue innovadora. Ahora más de 30 años después ya estamos acostumbrados pero en aquella época no era habitual que la banda sonora se compusiera o seleccionase antes de filmación de la película. En este caso no es original sino que es un compendio de canciones ya editadas por sus autores que fueron recopiladas por Denis Hopper y empleadas en el film, algo que realmente era muy poco común, sólo las pelis que rodaron The Beatles y alguna que otra más.
Hay dos estupendísimas canciones de Steppen Wolf “The Dealer” todo un alegato, no contra las drogas pero si contra la heroína y “Born to be Wild” maravillosa pieza que se ha convertido en el himno por excelencia de toda fiesta, web o lo que sea motero. La producción también cuenta con canciones del grupo Californiano The Byrds en su fase ya más hippie psicodélica, Jimmy Hendrix, Roger Mc Guinn, The Fraternity of Man, The Electric Flag y un temazo que quizás a alguno le haya pasado desapercibido pero que a mí me encanta y es la canción “The Weight” interpretada por el grupo The Band. Otro temazo. La venden recopilada pero para el que se la quiera buscar por su cuenta esta es la recopilación completa:
1. Steppenwolf - The Pusher
2. Steppenwolf - Born To Be Wild
3. Smith - The Weight
4. The Byrds - Wasn't Born To Follow
5. The Holy Modal Rounders - If You Want To Be A Bird (Bird Song)
6. The Fraternity Of Man - Don't Bogart Me (aka Don't Bogart That Joint)
7. Jimi Hendrix Experience - If 6 Was 9
8. The Electric Prunes - Kyrie Ellison Mardi Gras
9. Roger McGuinn - It's Alright Ma (I'm Only Bleeding)
10. Roger McGuinn - Ballad Of Easy Rider
Por aquel entonces no existían los video clips, se podían rodar conciertos o alguna performance pero poco más. La verdad es que las escenas de los dos protagonistas atravesando los parajes de lo que yo supongo que será ya Arizona, a lomos de sus choppers y con las canciones de Steppen Wolf, the Birds y The Band... pueden resultar unos video clips buenísimos fuera del metraje original de la película.
Como nota referente a la música podríamos reseñar que sí hubo una canción expresamente compuesta por Stephen Stills a petición de Denis Hopper. ¿No os suena el nombre de Stephen Stills? Bueno seguro que si hablamos de “Crosby, Stills, Nash and Young’s” ya sabéis a quien me refiero. La canción era “Find the Cost of Freedom” y debía ser empleada en la escena final (en el plano cuando la cámara se eleva al cielo sobre la Harley en llamas del Capitán América) pero al final Hopper decidió no usarla y fue excluida del film. Esta estupenda canción fue no obstante incluida a posteriori en la cara-B del single “Ohio” y el grupo la empleaba rutinariamente para cerrar sus conciertos.
El film, a parte de ser novedoso musicalmente, también estuvo envuelto en una gran polémica ya que fue censurado en algunos países o calificado de sólo apto para adultos. El motivo es que se la acusó durante muchos años de hacer apología de las drogas. Hoy en día seguramente más acostumbrados a ver consumidores y traficantes en las películas, muchas veces ya no en el papel de malos que reciben su justo castigo sino en el de los protagonistas ya no nos sentimos ofendidos pero en la sociedad aún un tanto conservadora de los 60’s la verdad es que era jugar con fuego.
La trama es así, los protas son unos camellitos que se montan un chanchullo de coca para conseguir pasta para hacerse un viaje en moto desde Los Angeles a Nueva Orleáns. Pegarse un cenote en un restaurante de , una juerga en una de las mejores casas de placer de Lousiana y retirarse a vivir a Florida. Se les ve tomando coca y fumando marihuana en varias escenas, también ácido, el LSD con el que son obsequiados en unas de las comunas hippies que visitan. Una cosa sí que es un hecho, no sabemos nada sobre la coca y el LSD pero la Marihuana si que se la fumaron de verdad. Así por lo menos lo reconocieron los protagonistas Fonda, Hopper y Jack Nicholson. La cosa no era tal, era azucar en polvo... aunque Hopper le comentó a Fonda que cualquier día se la pondría de atrezo auténtica.
A nosotros nos puede parecer una nimiedad, pero en un país donde en algunos estados es legal llevar un rifle colgado de la moto, pero te pueden meter la perpetua si te pillan fumándote un porro y ya tienes otro par de cargos menores... no es ninguna broma. ¿Sabéis como surgió la escena del consumo de LSD en el que se ve a los protas y las dos rameras “flipando en colores” (nunca mejor dicho)? Pues no es que se pretendiera hacer ninguna apología de los “trippies” es que al equipo se le veló accidentalmente una de las cajas con la película al ser parcialmente abierta antes de revelarse. Bueno las cosas como son hay que reconocer que Hopper improvisó de perlas. Eso sí la escena tuvo su coste.
La escena de marras en la que los moteros y las golfas se cuelgan más que Tarzan de una liana se rodó en Nueva Orleans en el cementerio de San Louis, que además de ser el más antiguo de la ciudad, es católico y además se rodó sin solicitar permiso pero eso la conservadora y molesta audiencia católica que vio el film no lo sabía así que dio por hecho que la Iglesia había dado los permisos al equipo de rodaje montándose el consiguiente follón. Desde entonces no se ha dado permiso para rodar ningún otro film y pelis como “Entrevista con le Vampiro” tuvieron que ser rodadas en el cementerio Laffayette, que es protestante.
No se si iban colgaos de maría o fue un dialogo improvisado sin más, pero la escena en que Jack Nicholson le explica a los dos moteros fumados “el mito de la caverna” platónico versión moteros-sociedad-ovnis da que pensar sobre ello. Esas escenas como algunas otras se rodaron ya a posteriori del plan de rodaje inicial. Hacer una peli con dos protas sobre Harleys en las que se te incendia una moto y te roban otras dos a mitad de rodaje... te hace improvisar. Por cierto en esa escena es la primera vez en la que Billy (interpretado por Hopper) se refiere al personaje de Fonda en vez de por su mote “El Capitan America” por su nombre; Wyatt.
Y aquí sin saberlo se nos ha colado otra referencia al oeste y la américa profunda que nos invita a recorrer el film. Billy y Wyatt los nombres de dos mitos de la cultura western Billy “The Kid” el aniñado forajido y Wyatt Earlp el sheriff del “OK Corral”.
La primera parte del film transcurre en unos impresionantes parajes del Monument Valley, tantas veces filmados en las pelis de indios y vaqueros. Algunas de esas escenas con esos maravillosos atardeceres fueron rodadas con anterioridad el año antes por Hopper con una cámara domestica de 16 mm en vez de la profesional de 35 mm haciendo una prueba de campo en los preliminares del film. En otra escena se hace un homenaje a las Harleys,a auténticos caballos de hierro de los actuales cowboys americanos que eran los moteros. Mientras los dos protas arreglan la rueda pinchada de una de las motos se nos intercalan escenas de dos cowboys herrando un caballo. Escena con miga sin lugar a dudas.
La América profunda también quedó ampliamente reflejada en el film, no sólo en sus paisajes y poblaciones sino en sus pobladores. Una América traumatizada por la guerra del Vietnam, en la que llevar el pelo largo o montar en moto podía ser ofensivo para la puritana sociedad agrícola americana. Para las escenas en las que los protas son insultados en la cafetería y la escena final en la que son tiroteados en un carretera secundaria se iban a emplear a una compañía de teatro local, pero preparando la audiencia, los lugareños de esa pequeña población empezaron a “hacer el maruja” y Hopper decidió emplearlos en el film. Quién mejor que ellos para interpretara a los auténticos “rednecks” americanos.
Podríamos seguir así más tiempo sacándole miga al film pero debemos concluir ya. Todo viaje debe llegar a su fin. Podemos decir que el film nos gustó o no. Podemos decir que trata sobre motos y vida motera o solamente que sus protas van de viaje en moto sin ninguna relación más con el mundo biker. Nos puede gustar el peculiar montaje o no, la trama nos puede parecer descabellada o un estupendo ejercicio de improvisación, podemos disfrutar de un viaje por el profundo y desconocido oeste americano o aburrirnos en el sofá viendo la película indiferentes... pero hay que reconocerle sus meritos al film. Se llevó la Palma de Oro del Festival de Cannes de ese año y muchos consideraron que fue una de las obras que, a base de sexo y drogas en sus tramas... salvaron al encasillado Hollywood.
Si hay algo que podemos aprender del film nos guste o no, es que no hay nada mejor que echarse a la carretera a lomos de tu moto y junto a tus amigos para descubrirse a uno mismo. Podemos descubrir que la libertad tiene un alto coste, sobre todo por todos aquellos a los que esa libertad les ofende (qué mala ha sido siempre la envidia) y que cuando uno se cree definitivamente libre como le dice Wyatt a Billy, la caga.
Pero como concluía el film Hell’s Angels Forever: “ La felicidad en la vida es hacer aquellas cosas que mucha gente te dice que no deberías hacer, y hacerlas junto aquellos a los que mas quieres”. Vivamos aunque sólo sea un poco, algo de la libertad reflejada en Easy Rider, seamos un poco libres aunque sólo sea a pequeños sorbos. Merece la pena.
.............by Hogs "Vandalo"